martes, 19 de abril de 2011

El viaje de mi vida. Etapa 2






Todos los que habéis hecho el camino sabéis de antemano que se madruga si o si, no se sabe muy bien por qué, pero se madruga. Asi que yo me levanté a las 9 de la mañana porque todavía no tenía la sensación de que lo estaba haciendo, y que coño, porque se está de lujo en una cama de 1.35, con tv, mantita, ducha...vamos todas las comodidades que te puede dar un hostal de carretera.
Había una gran incertidumbre en mi cuerpecín de 70 kilillos, después de la dureza del día anterior como que te planteas por qué narices se hacen esas cosas...y más si al levantar la persiana de la habitación veo en primer lugar la señar del Cercanías, y detrás la sierra de Guadarrama, la cual la cruzaría por el bonito puerto de la Fuenfría. La tentación era grande....pero como me dijo Auñón..."tira pa´lante que todavía estas cerca para que me llames y vaya a buscarte".
Asi que nada, preparo los bártulos, que por cierto es lo más pesado del camino...todo va en bolsas, separadas por colores, atadas con gomas para hacerlas más compactas, equilibrando el peso a un lado y a otro de las alforjas...vamos, diversión pura y dura, y me bajo al restaurante. Ahí me subió la moralina bastante porque compartí desayuno con el equipo nacional colombiano de ciclismo, que estaban entrenando por allí. Yo lo veía todo un poco sospechoso, porque unos colombianos entrenando en Guadarrama, en un hostal de segunda y con las de montañas que hay en su país...Y para colmo me vino una familia inglesa, que les explicara como llegar a Santander en coche...era la época en la que el volcán islandes se la estaba liando a los ricos, porque los pobres y los aviones la verdad es que no se llevan muy allá...Pues en mi inglés les expliqué como llegar por un atajo que yo me conozco, con lo cual yo creo que ahora mismo estarán empadronados en Palencia o en Reinosa, por lo menos.
Como véis, el camino no es pedalear solo, sino más bien hacer el vago y retrasar lo máximo posible lo de dar pedales. Pero ya no se podía demorar más la cosa, el sol increiblemente comenzaba a calentar la tierra y era el momento de subir un puerto de 1800 metros. Desde Guadarrama son aproximadamente 23 kilometros de subida pero muy relajadita, o como diría Santi..."falso llano a tope Filete". Es un paisaje espectacular, muy recomendable en primavera, porque a primera hora de la mañana se mezclan muchos olores, la bruma, el rocío, las flores, el ganado pastando, los cencerros, alguien talando, el verde sano de la montaña, las nieves de primavera...es genial, pero no estaba tranquilo porque el transportin seguía dándome problemas. Era demasiado peso y rozaba contínuamente con la rueda de atrás...solución? hacer como que no sé nada y seguir para adelante, como muchos padres con sus hijos que prefieren no saber, no mirar o no pensar...:) pero no todossss
En la subida conocí un caso más de paro, un pobre hombre con cincuentaitantos tacos, recién despedido y que con lo poco que tiene mal vive en el pueblo de Cercedilla, y la única ilusión que tenía era coger la bici y perderse por los caminos que hay por el valle de la Fuenfría, una historia triste que hay que escuchar pero que disimuladamente aumenté el ritmo porque lo que menos necesitaba oir son los problemas del día a día...un ratejo si pero no en rampas del 8%, con 10 kilos de peso atrás y con el run-run del transportin. Más adelante me encontré con un regimiento del ejército, que estaban de maniobras aunque yo creo que estaban más bien de ginkana, buscando algún tesoro escondido debajo de alguna piedra..y lo único que pensé es que no entráramos en guerra porque mal asunto...
Coroné, disfruté del bollo, obsequio de la buena de Bárbara, recargado de kilocalorías, con la moral por las nubes, me sentía de lujo, visualizaba una bajada de 30 kilómetros hasta Segovia, comida en la ciudad y a seguir por las llanuras castellanas...Esquivando piedras enormes, bloques de hielo y nieve y observando la enorme mole nevada de Peñalara a mi derecha me sentía un auténtico privilegiado, nada me podía parar...y pensé en la frase de Auñon "tira pa´lante que aun puedo ir a recogerte"...pues si se me fastidia algo por aquí estoy bien jodido y....ZASSS...transportirn partido y todo el equipaje esparcido por el camino. Situación: 1700 metros de altura, el pueblo más cercano estaba lejos, frío y escasa cobertura en el móvil. Llamo a Auñon y le comento la situación, como buen colega que es me dice que irá a buscarme por la tarde (era las 12 del mediodía), no puedo hacer otra cosa así que escondo las cosas detras de unos árboles para luego volver a por ellas, con un sentimiento de derrota pero qué le íbamos a hacer. Cuando en ese momento aparece un guarda forestal o similar que me pregunta la situacion: "a ver Juanma minuto y resultado", le comento mi aventura y decide bajarme las cosas al pueblo de Valsain y ahí ya vería que hacía yo. Ok colega. Le doy mis cosas a un desconocido y bajo trás él en bici, observando que el carro que llevaba detrás perfectamente podía albergar una bici como la mía, pero claro ya era rizar el rizo...le pierdo de vista y ni idea de como llegar a Valsaín. Llegar es fácil pero preguntar por un tal Javier que tiene un Patrol blanco pues como qué es peor...le conocen pero no le han visto, me empiezo a mosquear y a cagarme en mi estampa, y justo en ese momento aparece, yo disimulo mi mosqueo y como cambia mi cara, cuando saca de la parte de atrás de el coche el transportin arreglado..."nada, me he ido a mi casa y le he puesto un cierre nuevo yo creo que te aguantará". De la única manera que puedo darle las gracias es con un abrazo e invitándole a tomar algo en el pueblo, lo primero me lo acepta, lo segundo no, dando gracias porque lo único que hay por allí son asadores con lo cual la cosa me saldría cara. Allí dejé a San Javier, patrón de los desastres como yo, y pedaleé cuesta abajo, atravesando la bonita localidad de la Granja, para acontinuación por un carril bici acercarme a Segovia, observando a mi izquierda lo imponente que son los 7 Picos, la Mujer Muerta y el Mojon de Trigo, todos ellos por encima de los 2000 metros y con abundante nieve, campos de cultivo verdes, pastores con sus rebaños, el viento dando en mi cara, y yo acariciando la flor que tengo en el culo...:)
Comida rápida en Segovia, preguntando a los taxistas como salir de la ciudad por el camino de Santiago, perdiéndome un poquillo y al final encontrando la carretera que lleva a Zamarramala, cuesta al 10%, foto a la iglesia de Verazcruz o como se llame, que Auñon dice que es un rareza porque su planta es octogonal, 8 lados para aquellos estudiantes de la ESO, y foto también desde allí al Alcazar de Segovia, inspiración para Walt Disney en la peli de Blancanieves o la Cenicienta...yo es que soy más de las tortugas ninja...y bueno, eran las 4 de la tarde y ante mí se imponía la meseta castellana, caminos rectos e inexplorados por mí, con lo cual algo de congoja me entraba. Fueron kilometros de disfrute, de mirar atrás contínuamente y ver como se alejaba poco a poco la Sierra de Guadarrama y en primer término la ciudad de Segovia...atrás urbe y sitios conocidos, al frente ruralismo, boinas, garrotas, monos de trabajo, tractores, perros sueltos y gente que se lleva la mano a la frente para taparse el sol y mirarte con cara de "si te mandas no vas".
Es tarde y quiero finalizar, por fin voy a dormir en un sitio que tenía planeado más o menos, Santa Maria Real de Nieva, nombre largo para un pueblo pequeño. Es curioso lo de estos pueblos, antes de entrar ya saben que vas a llegar, y en la plaza del pueblo un chaval me dijo que si era peregrino me diera prisa porque el dueño del albergue se iba a Segovia y si no no podría entrar...hasta aquí hay stress. Después de 90kms y con la de cosas que mis ojos habían visto en lo que llevaba de día, tenía que apretar para buscar a no se quien. Afortunadamente lo conseguí y bueno, lo que queda es simplemente que compartí albergue con un tío llamado Ovidio, 66 años, 15 caminos de santiango a sus espaldas y que me secuestró toda la tarde-noche...obligándome a ver en un bar una corrida de toros, hacer fotos al pórtico de la iglesia, conocer la plaza de toros más antígua de España, que estaba en ese pueblo...en definitiva, pasar un buen rato y luego no dormir porque el tío ronca como Homer Simpson en ese episodio que roncaba hasta por los ojos.
Un día duro y lleno de sorpresas, y con un montón de pequeñas lecciones que te hacen tomar nota y seguir hacia delante, porque cuando parece que los problemas no tienen arreglo aparece una solución de lo más inesperada.
89kms de Guadarrama a Santa Maria Real de Nieva. La soledad del día anterior ha sido sustituida por momentos de amistad desinteresada, saludos a 30 por hora, estrechar de manos y brazos por el hombro con totales desconocidos. El mundo es un desastre y un lugar en lineas generales hostil, pero hay una pequeña franja del mismo, de unos pocos metros de ancho y unos cuantos centenares kilometros de largo, en los que esa hostilidad desaparece, es un lugar bueno donde da gusto vivir y ser humano.