lunes, 15 de noviembre de 2010

Momento de colgar la bici



Cuantos serán ya...4000?...5000?...los que sean pero ya son muchos kilómetros, pero no demasiados. Para mí como para otros muchos, nunca son demasiados kilómetros, más bien al contrario. Siempre te quedan cosas pendiente por hacer, puerto sin subir o ruta sin participar, por culpa del calendario laboral, el calendario pachanguero, los caprichos del destino, las ciclogénesis explosivas o por culpa de nuestra curiosa capacidad para enfermar cuando no debemos.
Yo creo que solo hay un momento en el que pensamos que nos hemos pasado en kilometraje, y es justamente cuando empiezas con el sol saliendo por la izquierda y ves que ya se está inclinando peligrosamente a la derecha, mientras que uno se plantea: a) si ha elegido bien el último cruce...b) por qué te fías tanto del google earth...c) la última vez que hago caso a Santi...Pero bueno, solo es un ratín, llegas al coche atardeciendo y a casa anocheciendo, te duchas dormitando, cenas estirando, sueñas pedaleando y te despiertas mirando por la ventana la sierra en la que ayer la cagaste, la liaste pero también la disfrutaste como un niño pequeño con su Supercinexin nuevo.
Pero para poder disfrutar de estos momentos también es necesario descansar y hacer otras tantas cosas. No somos profesionales, pero también tenemos nuestra temporada no marcada por el calendario de competición sino más bien por el calendario Zaragozano (ese que predice el tiempo de un año a otro). Ahora que viene el mal tiempo, nosotros los ciclistas de "palo" aprovechamos para salir más por la noche, el copeo, las cenas, los amigos, la familia...es superpositivo hacer estas y otras tantas cosas más, porque así, inconscientemente, cargas las pilas para meses venideros en los que deseas que haga un día de sol, aunque no se pase de los 5º de temperatura. Es momento de dedicar tiempo de tu vida a cosas cotidianas y a la vez, abrir espacio para otras cosas, nuevos proyectos y obligaciones que estaban por ahí adormecidas pero que han levantado la mano y las hemos dado el protagonismo que ahora se merecen.
Aun a sabiendas de todo eso no puedes evitar soñar y marcarte nuevas metas para el año que viene. Y mientras unas buenas amigas miran el atardecer de la Alhambra como lo que es, un espectáculo del hombre y de la naturaleza, servidor mira más allá de la Alhambra, ve la Sierra Nevada, por supuesto nevada, el pico Veleta dominando toda la vega del Genil, y yo en solitario o en compañía de el de siempre o de los de siempre dominando al Veleta, que ya nos venció una vez pero seguro que dos no. No pude evitar llamar al que nunca me dice que no en estas locuras..."Santi, el Mulhacen nos está llamando y lo sabes" y por supuesto que él lo sabe, pero como somo así de ansias ya que estamos en Andalucía, aprovechamos y luego hacemos los 101 kms de la legion en Ronda, ya que así nos vendrá muy bien para poder acabar con dignidad los 160 kms del Soplao en Cantabria...y bueno, porque se me acabó la batería que si no me veía en Julio subiendo el Tourmalet en el grupo de Contador...
En fin, soñar es gratis y gratis es mirar a tu alrededor y ver nubes a tus pies, el sol a la altura de tus ojos, el brillo del mar a unos pocos kilómetros y a otros pocos kilómetros la ciudad de Granada. Eso es gratis pero también es impagable.
Bueno, creo que es momento de colgar la bici...