jueves, 30 de septiembre de 2010

Un dia triste


Anoche llegué a casa y encendí el ordenador para ver como había quedado el BarÇa, quedándome de piedra, ya no porque hubiera empatado en Rusia sino una pequeña reseña que aparecía en Marca.com. "posible positivo de Contador en el TOUR". No le dí mucha importancia y seguí a lo mío.
Esta mañana, repito la misma acción y me tengo que frotar los ojos. "Posible positivo de Contador" y "Ezequiel Mosquera positivo en la Vuelta". Enciendo la tv, e increiblemente en todos los medios hablan del bombazo en el ciclismo. Curioso, deporte marginado durante 340 días al año y puede producir "bombazos".
Tengo sentimientos encontrados porque por un lado hay que creer en ellos, ya que en este país todo el mundo es inocente hasta que se demuestra lo contrario, aunque la cosa pinta mal. Decepcionado con el caso de Ezequiel, porque fue un día muy feliz para mí cuando le vi atacando en la Bola del Mundo, creía en él, en este deporte, en los esfuerzos sobrehumanos, en la capacidad de superación...y bueno. Habrá que ver, pero hay muchas sombras ya no en él, sino en su director de equipo. Que ya en equipos anteriores, se vio manchado por los escándalos del dopaje...PHONAK, KELME...
Distinto es el caso de Contador. Todo muy raro, desde la sustancia, el momento del positivo, pasando por la cantidad encontrada en su orina o sangre. Cantidad ínfima para un beneficio de la misma. Positivo estraño debido a que en análisis en días anteriores y posteriores no hubo ningún problema. Rara también la escusa dada, culpando a un solomillo en mal estado. Y cuanto más curioso, que hayan sacado la noticia ahora, ya que si hubiera un positivo serio se habría informado en Agosto, y se ha esperado al Mundial de ciclismo. Todo dá que pensar.
Creo en Contador por su experiencia, por su repercusión mediática, porque lo considero lo suficientemente inteligente tanto para saber que le van a pillar como para aceptar que el rival le puede ganar.
Al margen de todo esto. No se puede evitar que salgan a la luz todos aquellos que quiere lapidar este deporte. Personajes que no tienen la más remota idea de lo que entraña dedicarse profesionalmente a este deporte. Sacrificios inpensables en cualquier otro deportista de alto nivel. Los cuales obligan a mirar la letra pequeña de cualquier medicamento, donde para recuperar esfuerzos tras esfuerzos solo vale la pasta, el pescado, los dulces y en cantidades no muy altas. Deportistas que desayunan en hoteles, comen en la carretera y cenan en otro hotel. No quiero justificar nada pero a todos aquellos que hablan por hablar, que sepan que cuando estan resfriados tomaran ibuprofenos o clamoxiles...es impensable para ellos, que enfermos y tomando dichos productos, cojan una bici y suban como nunca los puertos. Pues así piensan los directivos del ciclismo, que un ciclista con bronquitis o faringitis no puede tomar esos productos porque pueden mejorar su rendimiento. E incluso, surrealismo a parte, si tienen hemorroides no pueden usar hemoal porque lleva una sustancia dopante.
Sé que nadie leerá esto, sé que la gente seguirá atacando al ciclismo y a los ciclistas. Pero también sé que este deporte está por encima de comentarios oportunistas. Y que el positivo de dos o tres ciclistas al año no empaña el esfuerzo de miles de profesionales.´
Ánimo a los dos, tanto si sois culpables como inocentes.
Decido colocar la foto de Arroyo en el Giro, ya que simboliza lo empinado que se hace este deporte, la soledad que siente el ciclista y sobretodo, que solo este deporte salta a la noticia con escándalos de dopaje y no cuando hay grandes proezas. Este hombre durante dos semanas peleó por la maglia rosa, y casi la consigue. Quedó segundo y nadie lo sacó en las noticias. El Giro es la segunda carrera más importante del mundo. Dicho queda.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Bola del Mundo. El final perfecto






La Vuelta ya ha acabado. Justo estoy escribiendo estas líneas cuando hace dos días sobre estas horas, pasábamos frío unos cuantos amigos a 2100 mtrs de altura. Pasábamos frío durante 3 horas, de pie, sentados, comiendo queso y chorizo, abrigándonos con nuestras banderas, con las afropelucas que llevábamos a modo de atrezzo, intentando sintonizar algo del exterior, recibiendo llamadas de amigos que no pudieron venir, llamadas que se entrecortaban por la pérdida de cobertura, por el frío, por lo nervios...La piel la teníamos de gallina, seguro que la gran mayoría por el frío que a esas alturas se te metía hasta los huesos, pero también por los nervios y la tensión que te producía el paso de algunas motos, el sonido del helicóptero, la subida de miles de aficionados desde el final del puerto de Navacerrada. Ya han hecho el primer paso los ciclistas. Suben hordas de aficionados con sus banderas, sus bicis, las neveras, senderistas, curiosos, turistas...esto es algo inaudito para una Vuelta a España, creemos que la etapa va a formar parte de la historia del ciclismo.
Siguen subiendo aficionados con sus bicis, totalmente atrancados y no podemos evitar animarles y también pensar que si ellos están parados como subirán los pros despues de 170kms de etapa, después de 3000kms de carrera, después del día de perros que está haciendo. Es pensar eso y abrirse el cielo al oir el motor de los helicópteros, espías sonoros que nos indican por donde van las estrellas, ya están cerca...Me llama Santi y me dice que Ezequiel ha atacado y le saca 20" al lider. 2º contra 1º, mi primera etapa, final mítico siendo la primera vez que se sube, niebla, frío, amigos...el final perfecto. Gritamos que Ezequiel ha atacado y todo el público a nuestro alrededor grita lo mismo, jalea a Ezequiel sin verle, pero seguro que nos oye por encima del ruido de motores, silbatos y claxons. Aparecen los protagonistas varias curvas más abajo, subiendo por una pista de cemento típica de los pueblos, bicis de carbono rodando por pedregales, solo falta ver las imágenes en blanco y negro. No podemos evitar gritar "Ezequiel, Ezequiel..." al verlo en la lontananza, jaleado por cientos de aficionados, rodeado de motos y cámaras...un gallego que siempre ha sido un ciclista anónimo y en ese momento era el centro de atención e ilusiones de miles de aficionados al ciclismo, y por unos momentos pedaleando en solitario hacia el olympo ciclista, metafórica y literalmente hablando. Y tras él, a unos escasos metros, el líder, italiano, joven, atractivo, con un futuro prometedor. Escasos metros que en esos desniveles son muy difíciles de recuperar. Eran 20" los que tenían de diferencia, y 40 " los que separaban al verterano gallego de conseguir ganar una Vuelta. Éramos testigos en esas 6 curvas de herradura de un final perfecto, y es imposible, aunque no tengas el amor que tengo por este deporte, evitar emocionarte de lo que ves, porque sabes lo duro que es subir esas rampas, lo difícil que es afrontar todas las mañas de 3 semanas, el levantarte para estar pedaleando 5 horas a tope. Llega a nuestra algura, una curva de herradura al 22%, nos quedamos afónicos todos por nuestro gritos, sabemos que no podemos empujar físicamente pero pensamos que nuestros gritos de ánimo harán que vaya más rápido y sobretodo, que no se sienta solo, que estamos como el. Son segundos en los que cada uno vive su pequeña historia particular, grita lo primero que le viene a la cabeza, se nos cae las pelucas, pisamos las banderas, apartas un hombre para ver mejor...ya ha pasado, solo has visto unas piernas curtidas, una boca abierta extenuada, una mirada perdida en el cemento, un deseo enorme de llegar y ganar y sobretodo, la sensación de ver a un buen trabajador, que ha atacado por deber aun a sabiendas que no llegaría. Eso es algo que ya no se produce en el ciclismo y en muchos otros deportes y aspectos de la vida, el sentimiento del deber.
Segundos despues pasa el lider, con otra cara, con otro semblante y apenas animado, lógico por otra parte, pero también se merece el reconocimiento y respeto por parte de todos, le da color, calor y emoción. No va a perder la carrera, seguro pero da igual. Este deporte se caracteriza por no tener tifosis, ultras, ni seguidores radicales...rara vez se silba a un deportista, porque junto al marathon, es el deporte que más de cerca ves a que lo practica y ves lo que sufre y padece. Despertándote un sentimiento por encima de todos, el de respeto.
Siguieron pasando corredores. Y nos quedamos hasta ver a los últimos, los sprinters, los rodadores, los anónimos y también los "currelas", a esos si se les permite ser empujados literalmente, lo necesitan, porque son los trabajadores del 80% de las etapas, los que no salen en la tele pero sin ellos, los grandes no serían grandes.
Y los grandes no serían grandes sin aficiones como esta. Un orgullo de haber estado donde estuve y por quien me acompañó. Que gran día de ciclismo gracias a Topo, Txurren, Tanque y Auñón...los pelochos de la Bola.
Final en la Bola, final de la Vuelta, final del verano. Final Perfecto

domingo, 12 de septiembre de 2010

Los Lagos






Decir Lagos de Covadonga es pensar en verde, Asturias, paz, curvas y ciclismo.
Hoy ha acabado la Vuelta allí, una etapa en mi opinión desangelada porque no ha habido ningún puerto anteriormente (que ya es difícil evitarlos en una tierra como la asturiana) y por la niebla y la lluvia. Pero pensar en Asturias y sol es como pensar en PP y PSOE, difícilmente irán de la mano alguna vez.
Bueno que me distraigo. En esta tarde dominical, de sofá y reflexión es inevitable recordar como hace 3 años (solo 3 añitos), yo y mi gran amigo Santi se nos ocurrió organizar un viajecito con nuestras primeras bicis recien compradas, y que mejor sitio que sacarse el graduado bici-globero por tierras asturianas. Llegamos un lunes por la mañana a una aldea situada a las faldas de la subida a los lagos. Y no lo pudimos evitar, dejar las cosas, cambiarnos, comernos el típico plátano (de canarias eh...que nosotros somos de móstoles) y ponernos a pedalear. Éramos felices e ignorantes...será por eso que dicen que la felicidad viene de la ignorancia, no sé...
Hacía sol, una temperatura idónea de finales de abril, prados verdes, carretera estrecha, nada de coches, pasiegos y pasiegas en sus labores de campo y nosotros con un dolor de cuello tremendo por mirar contínuamente hacia arriba, hacia esas montañas que caen vertical desde el cielo hasta nuestras ruedas. Que bien.
La carretera comienza a inclinarse muy ligeramente, siguiendo el curso del río Covadonga hasta que divisamos la basílica, ahí ya notas el ambiente ciclista, el ambien épico. Primeras rampas al 8 y 9%, creo que pocas veces hasta ese momento había subido rampas de ese estilo. Porque en realidad, siendo de Móstoles y con la sierra tan cerca, era la primera vez que subíamos un puerto de verdad. Hasta el momento solo las cuestas de Navalcarnero y la calle Tulipan de Móstoles.
Fue más de una hora de esfuerzo, esfuerzo pausado por las paradas contínuas para hacer fotos, mirar la presión de las ruedas, recoger la bomba de aire que casualmente se había caido...Haber, éramos y somos globeros y en la vida habíamos estado y creo que no hemos vuelto, a estar en un sitio así.
Llegó la Huesera, el tramo más duro del puerto, complicado, difícil pero no eterno, respiras hondo, miras el asfalto, aprietas los dientes y las manos contra el manillar y lo superas, pero...Giras la cabeza a la derecha y ves un coche subiendo por una carreterilla y piensas para ti (esa será otra carretera, pero en lo mapas no aparece otra carretera por aquí), pues sí por ahí tenemos que ir y recuerdo lo que me dijo un compañero ciclista..."lo peor no es la huesera, sino el Mirador de la Reina". Y efectivamente, en dos curvas cerradas afrontas pendientes de nuevo del 15% y es ahí donde falleces literalmente. Notas como tu barra virtual de energía pasa del verde, al naranja, y del naranja al rojo...miras hacia todos lados y no ves ni un icono de fruta o pollo por los alrededores, con lo cual nos toca hacer el resto a pelo. Menos mal que quedaba poco para terminar, pero igual que nos bajó la barra de energía bajó la niebla. Niebla cerrada que nos hizo pronto olvidar el sol que hacía en Cangas de Onís. Es en sitios como este donde se aprecia la verdadera fuerza de la montaña, la diferencia entre unos pocos metros de altura.
Pedaleamos durante unos 2 o 3 kms más, no en la más cerrada oscuridad pero casi, hasta que, divisamos el lago Enol, y tras una fuerte bajada el lago Ercina. Y como si estuvíesemos en una peli de romanos y cristianos, se nos abrió, a lo Moises, ligeramente el cielo y pudimos comprobar lo que nos rodeaba. Quizás para mí, la imagen más bonita que mis ojos ciclistas han visto, los Picos de Europa totalmente nevados, reflejados en los Lagos, testigos de grandes batallas, desde Don Pelayo hasta las victorias de Perico, Tonkov o la épica subida de Felipe y Santi, a ver cual de los dos tardaba más en hacerla.
Despues bocata hechos por nuestras madres, ay nuestras madres, si por ellas fuera las empresas de barritas energéticas tendrían los días contados. Paseo por las ultimas nieves de la primavera y rotura de cadena por mi parte. Menos mal, que ahora es todo cuesta abajo. Menos mal que hay talleres en Cangas. Talleres...que viaje. Ahora que lo pienso, siempre se nos rompe algo cuando salimos de Madrid, y en Madrid nunca pasa nada...
Este deporte es grande. Grande por los que compiten contra otros, grande porque compites contra tus amigos, contra uno mismo, contra la naturaleza...y normalmente pierdes, y aun así te levantas y sigues. Es la grandeza del ciclista, un ciclista se cae y solo piensa en levantarse...así tendríamos que pensar en nuestras vidas.

Los Lagos de Covadonga, lugar donde te diplomas en ciclismo sin siquiera haberte sacado antes el graduado.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Cantabria infinita




En honor al paso de la Vuelta por tierras cántabras, y en honor a mi fatigable compañero de andanzas, señor Auñon o Senderos.
Fue hace ya un año y medio, cuando disponiendo del puente-acueducto de Mayo decicimos conocer esas tierras verdes e infinitas (esos dias comprendimos el por qué de esos términos). Al quedarnos sin coche a mitad de camino por razones que no vienen al caso y nos distraería de la verdadera historia, nos vimos obligados a conocer parte de esta pequeña región en bici o a pie...preferimos en bici por razones obvias. Desde un pequeño pueblo (que ya no me acuerdo de su nombre) a las faldas del puerto de Alisas, conocimos la montaña cántabra, sus valles, pequeñas aldeas, playas paradisíacas...y todo ello a través de carreteras ínfimas, serpenteantes, que no aparecen en la guia campsa del 99 (si, ya sé...q nos podíamos renovar en ese aspecto, pero que sería de la aventura entonces...)
No subimos grandes puertos, solo el de Alisas y algun que otro 3ª categoría, pero tampoco hay que estar sufriendo siempre, aunque creo que mi compañero Auñon no opinará lo mismo al respecto. Sufrimos por la lluvia, por pensar que la playa estaba cerca, por acernos caso de los paisanos del lugar, por hacerme caso a mi, por hacer caso a mis instintos...pero bueno, si no fuera por eso, no diríamos al llegar a la pensión..."joder Jose, la que hemos liao...y la panzada a kilometros que hemos hecho...".
Ni que decir tiene que la dueña de la pensión, nos recibió por la noche al llegar vestida en camisón con su hija soltera-mítica, metiendo nuestras bicis en un garaje aledaño y sin querer, a oscuras, pegamos una patada a un pollo (vivo) q estaba en una caja...que zuzto. La mujer nos respondió que tranquilos, que era un pollo que se iban a comer al día siguiente...ajam...Salimos, después de dejar todos los apaños, a dar una vuelta por el pueblo...la vuelta fue corta. A la llegada a la pensión, llamamos porque no nos dejaban llevarnos la llave, y por la ventana de la puerta vemos a la dueña, en una mano el pollo desplumao y en la otra un cuchillo cortando la cabeza al pollo. Si Jose, mañana estamos todo el dia pedaleando...y sí, esta noche hacemos guardias en la habitación.
Por lo demás, que Cantabria es muy bonita, hay mucha pasión por la bici, mucha grupeta, unas montañas no tan escarpada como la asturiana, pero con unos valles glaciares espectaculares, playas de fina arena, y gente un poco bestia, sobretodo si ves el Madrid-BarÇa en un bar pro-culé y el madrid pierde 2-6...No todo va a ser perfecto...bueno, en ese puente no hubo nada perfecto.
Bueno sí hubo algo perfecto, la foto-portada de este humilde blog
Cantabria infinita...3 días despues tuve que subir a por mi coche, y me tiré 12 horas en un pueblucho esperando a que me arreglaran el coche. Sí, me llamaron de que ya estaba solucionado y cuando subo se habían equivocado...
Pues eso, Cantabria infinita.

viernes, 10 de septiembre de 2010

xorret de cati



Aunque no lo parezca es Alicante, hay montañas escarpadas, bosques, humedad, riachuelos, fresquito y viento, mucho viento. En mi afan de subir puertos imposibles, me he acercado 3 dias despues de que pasara la vuelta España por Castalla, más concretamento por el Xorret de Cati. Puerto de difícil nombre pero aún más difícil ascenso. 4 kms al 11% de desnivel y con rampas del 22%. Nunca había afrontado rampas de tales dígitos, al menos que yo crea y cuando estaba en ella me lo decía mentalmente, Felipe en la vida has estado en esta situación...
Como fue? pues muy sencillo, vas por el pueblo pedaleando y buscando la carreterita que lleva a la sierra del Maigmó, preguntas a una buena mujer que por donde se va al Xorret, te mira con cara de pena y te señala con el dedo una montañita y una carreterita, piensas que si es aquella montaña no es para tanto, y nada pedaleas con algo de miedo y respeto, bebiendo estirando gemelos, mirando el altímetro, voy descendiendo que raro...paso de los 700metros de altitud de Castalla a los 650metros donde comienza el puerto, puentecito por encima de un riachuelo y leo en la carretera..."ánimo Purito" en referencia a Joaquin Rodriguez, pongo el cuenta a 0 y pedaleo con soltura.
Parece que la cosa no es tan dura, primeras rampas al 8 o 9% así que bien...hasta que miro a mi derecha y veo una señal, que la verdad, creo que habrá pocas como esa..."20% de desnivel!!!", me asusto, subo piñones me dejo 2 todavía por si acaso, miro al suelo y sigo con mi ritmito (8,9,10 km/h), me adelanta algun coche y escucho un sonido raro, como que se ahoga los motores un poco más arriba...que raro, porque por aquí me indica el gps que estoy subiendo rampas al 15%, miro hacia delante y la carretera desaparece en el bosque, no veo salida por ningún lado...giro a la derecha y veo una autentica pared, en mi vida he visto algo así, y me pregunto como coño lo subiran los ciclistas con la gente, los coches, ellos mismos...pienso en los primeros pero también pienso en aquellos que no se juegan nada y tienen que subirlo, se animarán entre ellos, se empujarán, que suplicio...
Déjate de pensar en los pros Felipe, que a ellos les pagan por lo que tu estás haciendo ahora gratis, y apreta los dientes...que serían, 100, 200 metros? fueron unos instantes en los que el mundo se paró, tan solo miraba el suelo y el gps, en el suelo veia los gritos de ánimo a Ruben Plaza, Igor Anton, Purito...los podía leer y releer porque el gps indicaba que iba a 5km/h, la rueda delantera a ratos se me levantaba, iba haciendo eses en la carretera, el gps subia 15,16,17,18...22%!!!!si llevara pulsometro le habría gastado la pila, solo pensaba en subir, subir, subir, y desear que esa pequeña curva a la izquierda fuera el fin de la rampa...era el fin, el principio del fin...o como rezaba una pintada "el infierno no ha acabado" y efectivamente, mini curva a la izquierda y otro rampon, ya no hay más piñones solo me quedan mis coj... para terminar este suplicio. Vuelta a la rutina de antes, sentarse, apretar bien los dientes, las manos en el manillar, contraer todo el cuerpo, empujar con los riñones, esquivar cualquier piedrecilla, y de repente...mariposa por el flanco izquierdo, mariposa que me levanta las pegatinas. Si, efectivamente me ha adelantado una mariposa...Venzo la segunda rampa, ya me da igual todo, lo que venga y lo que deje de venir...el puerto sigue, me dejo llevar, pienso que lo peor ha pasado y efectivamente, ha pasado pero no por ello lo que queda es suave, 4 kms y llevo 2 y pico. Estoy cansado de leer los nombres de ciclistas, de los pinos, del olor a bosque mediterraneo, de ir con la "tonta", quiero terminar...y con ese pensamiento sigo y sigo sin darme cuenta que el puerto ya casi está desayunado y cuando veo el final del mismo, pienso "si siguiera subiendo seguiría pedaleando", efectivamente, así es el ciclista, el sufrimiento está intrínseco en él mismo, supongo que algo parecido a los maratonianos, si corren 42kms los corren pero si les dicen que en vez de 42 son 45 kms también lo harían. Eso sí, cuando pones el pie a tierra todas esas ideas desaparecen, y el cuerpo te recuerda que estás de vacaciones y que esta vida es ya demasiado dura como para complicarla aún más. Miro el crono... 4kms y 30 mintos para ello, efectivamente, el tiempo se para en esta carretera.
Hablando de complicaciones...hay que bajar este puerto???...70kms/h y un olor a pastillas quemadas preocupante.
Xorret de Cati, el principio del fin