domingo, 17 de octubre de 2010

Talajara 2010...una combinación perfecta






La Talajara es algo más que una carrera, lo hemos sentido en nuestras propias carnes. Es una necesidad o una escusa para muchos ruteros. Una necesidad para justificar días y días de entrenamiento y salidas. Y una escusa para salir de Madrid, meter la bici en el coche de madrugada y largarte a otra provincia. Hablo de Madrid porque esta carrera, pese a disputarse en Talavera de la Reina, seguro que más de la mitad de los participantes son de Madrid. Debido a la cercanía y que sobretodo en nuestra comunidad no tenemos ninguna carrera de este tipo y este calado.
Es algo más que una carrera porque en realidad son dos.Una de 125kms y otra de 80kms. En la primera participamos nosotros y otros 1497 participantes más o menos preparados. Y en la segunda, otros 1500 participantes pero quizas algo más "flojillos". Y eso es lo bonito, que es una carrera larga en ambas opciones pero mucha gente la puede disputar y después llegar a su casa y decirle a los suyos que se ha hecho 80kms. Solo bastaba ver la cara de niños o no tan niños llegando a meta, sonrisas, saludos, abrazos con novias/os, mirar su cuentakilometros, último trago de agua y un gran suspiro.
Una carrera que como tal no es pero que aun siendo totalmente amistosa no puedes evitar mirarla en el calendario con respeto y preparar tu propio calendario de entrenamiento. Han sido días y días haciendo malabarismos con el trabajo, cuidando la dieta, las horas de sueño y las piernas. Aun a sabiendas que lo máximo a lo que aspiras es a no llegar con tirones, calambres o caídas, pero también a llegar con un mínimo de dignidad y satisfacción por haber dado todo lo que tienes dentro. Temes la última noche, porque el madrugón es considerable y es practicamente imposible acostarte un sábado a las 10 de la noche...es algo antinatural.
Al final la lías, te acuestas a las 12 de la noche y al apagar la luz, haces un esfuerzo de abstracción y piensas en tus otros dos amigos como estarán...durmiendo...intentando dormir...estirando...lo que sea, pero DUÉRMETE!!!
Suena el despertador...6 de la mañana!!! Te levantas como un autómata, confundes la leche con el zumo y lo mezclas con el café...untas las tostadas con un tenedor...confundes el desodorante con la laca...te asomas por la terraza y ves a tu colega Auñon esperandote abajo, junto a tu coche. Por el amor de dios, si hay más posibilidades de que nos hagan un control de alcoholemia a estas horas que de participar en una carrera. Pero lo que es la vida, o el repartir esfuerzos, culpas o responsabilidades. Ese sueño y duermevela desaparece al unirte a tu compañero y ver que tiene la misma ilusión que tu en sus ojos...ninguna. Metemos nuestras bicis en el coche, por enésima vez en esta semana, y arrancamos...nos incorporamos a la N-V y la imagen nos sorprende. La carretera está repleta de coches en nuestra misma dirección, vamos todos a lo mismo. Coches cargados de bicis en bacas, enganchadas a carros, malmetidas dentro. Que nervios. Santi llega ya que nos adelantan. Un viaje corto con muy buena música, y justo el amanecer llegando a Talavera. Aprecias a la derecha la imponente mole del Almanzor, espectador de lujo de esta carrera. Y a la izquierda, otras montañas que no serán espectadores sino jueces de la misma, los Montes de Toledo. Y en medio el río Tajo. Es un escenario perfecto en un día perfecto.
Lo mejor de estas pruebas son los nervios del principio, montando las bicis, tienes tiempo de sobra pero el movimiento te acelera, quieres estar allí ya y pasa lo de siempre, se te olvida cerrar el coche, donde he dejado las llaves, esta bici no es mia...y derepente oyes a una muchacha: "alguien tiene una rueda de sobra???". Nos miramos y....JAJAJAJAJAJA...este país es genial.
Llegas a la línea de salida y bueno, solo se nos ha adelantado 1000 tíos, bien. Arrancas y en las primeras pedaladas se te van todos los nervios y lo único que piensas es en no pinchar y en no caerte, vigilar al de alante, no hacer brusquedades y gritar el nombre de JOSEEEEEE para tenerle controlado por detás o por delante.
Durante 6 horas vives todo tipo de percances. Es una lucha contína segundo a segundo, pedalada a pedalada, sin permitirte el lujo de cuanto tiempo estarás pedaleando porque si no te undes. Y deseando que aquella montaña a la que te diriges no sea la que tienes que subir, por favor.
Atraviesas tuneles ya conocidos por rutas anteriores, pero afortunadamente estos están iluminados, porque si no, entre la oscuridad, el polvo, la risa floja y las lágrimas en los ojos por la risa, no es que dificultasen esos metros de penumbra, sino que seguramente dificultarían mi facilidad para masticar o morder en un futuro.
Tras 50kilometros en la Via Verde de la Jara, giras a la izquierda después de saludar entre el gentío a paisanos de mi pueblo extremeño (el mundo es un pañuelo), y afrontas la verdadera carrera...Los Montes de Toledo, y ahi se acaba el "paseo" para empezar de verdad a sufrir. Y bueno, se sufre pero no tanto por lo dicho anteriormente, no tienes que pensar en lo que te queda a lo lejos sino en lo más cercano, evitar esa pedazo de piedra, en no meter el pie hasta el fondo del charco o en adelantar a unos cuantos "pancetillas". Así, sin darte cuenta has pasado de 500 a 900 metros sobre el nivel de mar, y pasas de ver las Villuercas a ver Gredos, el valle del Tajo y lanzarte cuesta abajo. Es curioso, cada vez subo peor y bajo mejor...será la edad.
Siempre pendiente de Jose y el de mi, y pensando donde coño andará Santi. Seguro que comiendo migas no estará y seguro que se habrá caido como siempre.
Pasas por pueblos como Buenasbodas, Alcaudete o el Membrillo, ves a sus gentes muy humildes salir a la calle a darnos cuatro ánimos y hacernos unas migas típicas, y es algo bonito porque en muchos de estos pueblos, la vida se reduce a 4 quehaceres que van desapareciendo con la gente mayor, y bueno, esto no arregla el mundo pero por lo menos da algo de color por un día a estos pueblos grises. Tanto como a nosotros nos hace ver que hay algo más que edificios, asfalto, semáforos y tráfico en la vida. Nosotros nos sentimos privilegiados por donde vivimos y ellos no tanto, cuando creo que es al revés.
Ya es cuesta abajo, nos dice un paisano. Y tiene razón, si no fuera porque el organizador, así que subimos una última tachuela rodeados de encinas y matojos. El aire está perfumado con un auténtico olor mediterráneo, jaras, higueras, zarzas...Y el olor a meta, se lo digo a Jose. Mi cuerpo ya huele a meta y quiere llegar YA. Una bajada vertiginosa y ahí está Talavera, freno un poco, subimos al asfalto, bendito asfalta, agarro la mano de mi compañero y pensamos..."una más sin estropicios y desgracias". Ahí está la meta compañero...6 horas y sin problemas...FELIPE HE PINCHADO!!!!..a un metro de meta. Tenemos una flor en el culo sin ser primavera.
Nos espera Santi, nos abrazamos, recogemos bártulos y fin de otra minihistoria más. Estás cansado, no quieres pensar en más pruebas pero la cabeza ya barrunta...he visto un maillot que pone "Los 10000 del Soplao". Eso son palabras mayores, pero solo es eso...palabras.
Talajara 2010. 125kms. 1550 metros de desnivel. 6 horas. 20,5 km/h media.
Una combinación perfecta.