domingo, 24 de octubre de 2010

30 años "pedaleando"






Gozamos de un idioma muy rico, con miles, millones de palabras, pero aún así muchas de ellas tienen significados distintos, dependiendo de la situación y el contexto. La palabra pedal es una de ellas, e inevitablemente va muy unida a mi y a más de uno de los que me rodean...
Hace una semana estábamos pedaleando...nos levantamos muy temprano para ello, y anoche nos acostábamos justo cuando hace una semana nos levantábamos, justamente para eso, para pedalear...
No todo en esta vida va a ser deporte, mantener una dieta más o menos sana, unas horas de sueño establecidas o llevar un reloj que miramos contínuamente para saber cuantas pulsaciones por minuto llevamos. También hay momentos para sobrehidratarse con bebidas espirituosas, ganarle horas a la noche y mirar también un reloj, pero para saber si tienes tiempo de tomarte la última, aunque para esto último siempre hay tiempo, no?
Ayer celebré una edad temida por muchos, y yo entre ellos. Una edad, que vista en la lejanía de los veintitantos se toma como una edad de inflexión, de toma de grandes decisiones, de pautas a seguir, de madurez obligada, una edad con canas...
Pero todo lo contrario, ha sido llegar a la treintena y mirar para atrás y no poder evitar esbozar una sonrisa cómplice, pícara, divertida y satisfactoria. Porque increiblemente, al recordar lo vivido prevalece lo bueno sobre lo malo. Cosa que normalmente no me ocurre al pensar en el presente o en el pasado más cercano, en el cual domina los momentos malos sobre los buenos. Dando a entender en muchas ocasiones que las cosas malas no lo son tantas, y las que sí lo son se convierten hasta buenas, porque te enseñan, te hacen madurar, te envalentonan y hacen callo en nuestra personalidad.
Quien de nosotros, cuando era más jovenzuelo no pensaba en como estaría con 20 años, si con 25 se habría ido de casa, si con 30 estaría formando una familia o con 40 sería jefe, tendría su propia empresa o estaría viviendo debajo de un puente. Llegas a esas edades y recuerdas cuando te proyectabas en un futuro, que en realidad no era el tuyo sino el preestablecido, que cosas no? Y ahora que estoy en una de esas "fatídicas" edades no hago ese ejercicio de prospección y solo pienso en una cosa..."quien coño me iba a decir a mi que iba llegar tan apañao a los 30". Y es cierto, me encuentro muchísimo mejor con 30 que con 25, más sano, fuerte física y anímicamente, y con muchísima más energía para afrontar lo que venga. De ahí, que ya no me sorprenda tanto esa gente mayor que hace cosas que ni te las planteas tu, como ir a bailes de salón, hagan bodyjump o pilates....:) La edad no nos envejece, nos envejecemos nosotros, y creo que es algo que no nos podemos permitir.
No voy a hacer un resumen de mi vida, porque no creo que interese a nadie, y ni siquiera lo voy a hacer de este último año. Todo aquel que lea este blog en un momento de hastío de tarde de domingo, conoce mi vida de sobra y no hace falta recalcar esos "momentazos" típicos de mi existencia, porque seguro que han formado parte de ellos. Pero si quiero recalcar que creo que he vivido el mejor año de mi vida, el cual lo empecé hundido literalmente en la miseria y que, gracias a los COLEGAS, el deporte, la naturaleza, el musicón, y por qué no decirlo, a mi mismo, no es que haya salido adelante sino que he salido mejor que nunca. Colegas que ayer junté porque sí, eran muchos pero no demasiados, faltaban todavía unos cuantos y muy importantes. Gente totalmente distinta entre sí, con muy distintas maneras de vestir, pensar, sentir, vivir...pero con algo en común...el menda lerenda. Y es algo para lo cual sentirse orgulloso. Ver como todos aceptaron mi invitación, haciendo temblar a la pobre de mi cartera, y luego haciendo temblar mis labios, ojos y manos... Fue una noche emocionante, la cual aumentó el sentimiento que últimamente me inunda por los cuatro costados, el sentirme único y especial. Y no es, ni narcisismo ni creerme el centro del mundo, es simplemente lo que siento, y no es darme a mi importancia sino todo lo contrario, es valorizar más si cabe a toda mi gente.
Es curioso como empezó la noche, con unas pinzas para arrancar mi coche, gracias a mi buen amigo Txurren, un artista en todos los sentidos y modelo a seguir. Mientras tratábamos de arrancar en boxes al ferrari, Auñon haciendo de anfitrión y organizando a los "invitados" durante una hora, el pobre presentando a gente que no se conoce de nada y temiendo que no llegara, más que nada porque le tocaría pagar a él...:) que agusto te quedaste cuando entré por la puerta jodio. Santi, que desde Málaga no paraba de llamar el pobre, habría sido su noche, aunque su noche le espera en el próximo 2011...Arantxa, que como yo, sin conocer casi a nadie y siendo muy distinta al mundo en general, la tía se pone hablar con el menos esperado relajándome a mi por esa parte, un ejemplo a seguir como persona y esa sí que es única. Seguiría con cada uno de ellos, pero coño, sois 30, curioso verdad, y joder, que momentos me habeis brindando cada uno, tanto anoche como durante estos últimos años, desde visitar festivales, ir a conciertazos, atravesar media España en bici, conocer otras culturas, otras formas de vida, y en definitiva, hacer que me acuste con una sonrisa en la boca.
Así hasta acabar la noche con unas alas rosas en mi espalda, regalo de unas amigas muy especiales. De la pinzas a las alas de princesa. Como me dijo Txurren, esta noche promete Felipe...y si Luis, esta noche y practicamente estos 30 años han sido para enmarcar...;)
Las fotos que cuelgo son del último año, porque en definitiva ha sido un resumen de mi vida en general. Una vida pequeña, pero formada por grandes momentos.
30 años pedaleando y que vengan muchos más.